lunes, 18 de marzo de 2013

Paso a paso

Nos ha tocado vivir un momento dificil de definir, enmascarado de mil maneras la realidad se hace mas oscura en ciertos ambitos, como si quisieran vetarnos la totalidad del campo de vision, dejandonos tan solo pequeñas rendijas desde las cuales divisar un pequeño teatro de lo absurdo desde su particular, y nunca mejor dicho, burladero. Ante momentos dificiles y bajo el lema de "salvese quien pueda" (tambien aplicable el archiconocido "por mi y por mis compañeros") se reparten tartas, pasteles y demas productos de bolleria entre tan solo unos cuantos, mientras al resto se le veta de cualquier tipo de vision, conocimiento u opinion relativa, objetiva o critica. 
Y siempre bajo el estandarte de la austeridad, los grandes perjudicados suelen ser aquellos sectores "mal mirados" y peor considerados, elementos de un constructo social que parece ser prescindible cuando las cosas se ponen feas.

Quizas no seamos conscientes del castigo que nos estamos inflingiendo a largo plazo cada vez que consideramos que la accion social es un recurso indiferente, cuando consideramos que la educacion tan solo es cosa de niños y niñas o cuando se afirma que aqui "cada palo aguante a su vela". Condenamos y permitimos condenar a una sociedad, a un futuro al peor de los crimenes, el silencio y el olvido,... porque una sociedad ignorante es una sociedad docil. Porque un pueblo analfabeto es un pueblo facil de adular. Quizas en unos años los "maestros constructores" de este panorama lamenten el no tener a mano a eminencias intelectuales al servicio de una sociedad mejor, no podemos asegurar que se lamenten de esto, viendo el estropicio, lo que si es seguro es que la pelota rebotara en el muro de los mismos, de los de siempre, de los nadie que afirmaba Galeano. Los NADIE que seran re-acusados de no haber sabido valorar un legado cultural que les pertenece, una herencia intelectual que les es legitima.

Beethoven no pertenece a nadie,... Beethoven nos pertenece a todos.